Había pensado muchas veces en ella, hasta hubo épocas que no pude quitármela de la cabeza, llegando casi siempre a la misma conclusión, me daba miedo.
Le había puesto mil caras, dolorosa, repentina, cruel, injusta, dulce, breve…la que nunca me imaginé, es la que me tocó. Una con mucho tiempo para pensarla, siendo consciente que me esperaba en la puerta sin dolores o traumas que me hicieran distraerme de su presencia.
Piensas que no te dará tiempo a pasear por toda tu vida, sin embargo, al siguiente minuto, piensas todo lo contrario, que podrías pasearte por tu existencia las veces que quieras, hasta parándote en el paisaje, la mente siempre será nuestra gran desconocida.
Como toda vida, tus caminos son tres, tus grandes y maravillosos momentos, tus peores vivencias, y lo que pudo, y no ocurrió.
Recordaba esa película, donde alguien decía, no puedo decirte que hay mas allá, si es bueno o malo, si te gustará o no….lo que si puedo asegurarte, es que esto no es el final. Vi en la cara de esa persona como se apaciguaba, se tranquilizaba, aceptaba su final, le daba paz.
Supongo que todos en esos instantes necesitamos creer en algo, que no sea cerrar los ojos y dejar de existir para todos, y para siempre.
Piensas en todo, hasta el mas mínimo detalle, recuerdas ese bar donde solían ir tus padres, y que pedían esas gambas porque a mi me encantaban, chupándolas hasta la desesperación, mis padres sonriendo de felicidad Tuve unos padres maravillosos, imagino que todos pensarán lo mismo de los suyos, al igual que nadie los cambiaría por otros. Se me caen las lágrimas por ellos, en el fondo su felicidad dependía de la mía, eran otros tiempos, donde las prioridades siguen siendo las mismas, pero el orden de ellas, muy diferentes. Siendo tan egoísta como he sido siempre, si pudiera, si tuviera un solo deseo, preferiría que fueran mis padres quienes tuvieran una segunda oportunidad en esta vida actual, en vez de tenerla yo.
Dicen que uno no deja de existir mientras haya alguien que les recuerde, quien después de mi les recordará? . Sabiendo que he vivido mil vidas mas que ellos, envidio la que ellos disfrutaron.
Siempre me gustó esta frase, “A su libre albedrío”, aunque pensé que Dios se quitaba de responsabilidades, nunca sería culpa de él las decisiones que tú tomaras. Ya me encantaría tener una segunda oportunidad, y mas otra oportunidad sabiendo lo que sé a día de hoy, no pedir saber tu destino, el futuro, sino conservar el conocimiento y la experiencia de la que hoy dispongo. En estos momentos me cercioro aún más que cuando mas cerca estás del final, mejor comprendes el principio.
Si tuviera esa oportunidad, no tomaría decisiones diferentes, simplemente no daría lugar a tomar esas decisiones. Hubiera disfrutado con mas intensidad la vida. Pienso en todos esos que dicen haber tomado la peor decisión de su vida, sin embargo, la dan por buena debido al fruto de esa decisión, su hij@.
¡¡Incautos!!, hubiera nacido igual, si, me dirán, pero no sería el mismo, llevan razón, sería mejor, hubiera nacido de una buena experiencia, no de una malísima decisión. Pienso en mi niñez mas que en mi madurez, dicen que llegas a un momento donde no recuerdas lo que comiste ayer, en su defecto, pareces oler a tu padres, recuerdas tus primeras deportivas, seguro que es el final de todo, volver a nacer.
Envidio a todos los que en este momento sienten haber aprovechado sus vidas, estar en paz con lo vivido. Y en cambio, grito, sin que nadie me escuche, una segunda oportunidad, no por vivir una vida diferente, sino por no perder mi tiempo en personas que ni siquiera recuerdo.
“Jornada laboral terminada”

Un buen texto, la mente es la gran desconocida en ella esta toda nuestra vida..es cierto cuando uno esta en ese umbral del más allá nos hacemos mil preguntas a donde vamos..tal vez algún día seremos capaces de descubrirlo.
Un abrazo.
Me gustaLe gusta a 1 persona
Mejor que no lo descubramos, ignorantes seremos mas felices.
Me gustaMe gusta